Palabras de Minerva del Risco, presidenta del Consejo Directivo de la Fundación René del Risco Bermúdez, en la instauración de la Cátedra de Literatura Caribeña René del Risco Bermúdez
Reverendo Padre Doctor Alfredo de la Cruz Baldera , Rector Magnífico de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Doctora Mukiem Adriana Sang, directora del Centro de Estudios caribeños, distinguido señor Leonardo Padura, distinguido señor José Rafael Lantigua, distinguidos decanos, directores y profesores de esta universidad, amigas y amigos.
Hace unas semanas, hojeando uno de los libros que tengo en mi lista de lectura, encontré un marcador entre sus páginas. En uno de sus lados está escrito, en letras grandes y cuadradas, lo siguiente: “ LEE LO QUE QUIERAS PERO LEE”. Un mensaje contundente , preciso y claro que va acorde con la misión y parte de los objetivos de la Fundación René del Risco Bermúdez.
Esa frase me llevó a un recuerdo, el más vívido y expresivo de todos los recuerdos que tengo de mi padre cuando me decía y me repetía permanentemente: lee lo que quieras, porque hasta de los muñequitos se aprende. Eso es justamente lo que los miembros de esta fundación nos hemos propuesto: que se creen las posibilidades de colaboración con el fomento a la lectura y que al mismo tiempo se vaya construyendo una institución que pueda convertirse en un referente nacional para impulsar el interés y la pasión por la lectura y la literatura. Estamos también en vías de desarrollar proyectos internacionales que nos ayuden con esta misión.
Será transcendental el aporte que hagamos y las herramientas que utilicemos para contribuír a la buena educación, el conocimiento y la cultura de nuestra nación.
El compromiso debe ser permanente y necesario para generar acciones positivas que beneficien a las personas a descubrir valores importantes para la convivencia. Con esto ayudamos a construir un país en el que se desarrolle saludablemente, entre otras cosas, el debate objetivo de las ideas y de las opiniones.
Eso es parte de lo que nuestra fundación quiere honrar, y por lo cual se ha comprometido a realizar una serie de eventos, cursos, talleres y conferencias que busquen la participación de expresiones multiculturales importantes, que tengan sentido y propósito y que contribuyan a nuestro crecimiento intelectual. También hemos consolidado alianzas con otras instituciones como la Academia dominicana de la Lengua y Fundeu Guzmán Ariza, con quienes hemos diseñado proyectos valiosos y fundamentales para el buen y correcto uso de nuestra lengua.
Pienso que hay muchas cosas más que podemos hacer para llegar a descubrir ese mundo que va más allá de lo inmediato y circunstancial, un universo inmenso al que solo se logra entrar a través de la educación, la formación de las personas, la competencia literaria, la imaginación y la creatividad. Por eso hoy, gracias a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y a la historiadora y académica Mukiem Adriana Sang, directora del Instituto de Estudios del Caribe, instauraremos oficialmente la primera cátedra de literatura en República Dominicana, la cual le rinde homenaje a mi padre René del Risco Bermúdez, un autor que con sus versos, su narrativa y sus canciones, se convirtió en inmortal.
Los miembros de la fundación, sentimos una enorme satisfacción de contar, desde su inicio, con la colaboración de esta prestigiosa casa de estudios. Nuestro profundo agradecimiento a su rector magnífico, reverendo padre Dr. Ramón Alfredo de la Cruz Baldera y a su Junta de Directores por establecer esta cátedra, la cual será coordinada por la reconocida escritora y periodista Emilia Pereyra. Quiero también agradecer al doctor Pedro Silverio, quien me acompañó en los inicios, cuando todavía ésta cátedra era un sueño. Mi eterno agradecimiento a todos.
En preparación para esta ocasión, busqué entre los textos que escribió mi padre tratando de encontrar una frase o un fragmento que yo pudiera compartir con ustedes, y que nos acercara más a su pensamiento. En mi búsqueda descubrí un ensayo muy significativo para este momento. Fueron las palabras que justamente René del Risco pronunció durante el primer congreso de literatura dominicana, realizado los días 23 y 24 de abril del año 1969 en la entonces Universidad Católica Madre y Maestra, en el campus de Santiago de los Caballeros, con la asistencia de más de veinte escritores dominicanos. El objeto de ese congreso era comentar, evaluar y analizar nuestra literatura durante el período comprendido entre la segunda década del siglo XX hasta esa fecha. Encontré, pues, un vínculo entre René del Risco Bermúdez y esta universidad, enlace que se restablece con la promesa de trabajar juntos en la promoción de la literatura en nuestro país.
Como he dicho en otras ocasiones, la vida y el legado de un escritor queda a través de sus palabras, de su poesía y de ese enorme e infinito mundo que son las manifestaciones artísticas del lenguaje; por eso quiero terminar con un fragmento de ese maravilloso ensayo, donde se hacen evidentes sus juicios, opiniones y su convencimiento de la necesidad de reflexionar sobre la situación cultural del país. Reflexión que hoy día, casi 50 años después de ese importante evento, sigue siendo cierta e indiscutiblemente necesaria.
“El estudio del hombre dominicano, −dice René del Risco− en la complejidad que le otorgan sus múltiples expresiones, es una tarea cuya responsabilidad tenemos que ejercer, más que aceptar, sin aplazamientos. El hombre dominicano tenemos que buscarlo, desentrañarlo, hacerlo saltar desde la más remota sombra histórica y traerlo, vivo y caliente en sus hechos y manifestaciones, a nuestros días. Sólo así podremos conocerlo, sólo así podremos conocernos.
El arte en general y la literatura en particular, no pueden escapar a esta tarea.
Muchas gracias.